Mujer emprendedora. Su nombre dice muchas cosas, es Santa y Reyes y su vida a los 45 años de edad es la de una guerrera. “Nunca me doy por vencida a pesar de las adversidades y del infortunio”, dice. Santa Reyes que lleva más de 28 años en la industria de la belleza. Sus inicios los hizo en su país de origen, Puerto Rico, la Isla del Encanto. “Me iba muy bien, tenía tres años de haber montado mi negocio cuando mi hijo mayor fue diagnosticado de Autismo. Esto para mí fue devastador y tuve que aplazar mis sueños”.
Santa tuvo que dejar todo, trabajo, negocio para dedicarse por completo a su hijo. “Por momentos me sentía desfallecida, sin fuerzas, pero las sacaba de donde no la había para buscar ayuda”, según dice. En su Puerto Rico no logró los cuidados que buscaba para su niño, por lo que decidió con su esposo mudarse a los Estados Unidos llegando a vivir a Lawrence, Massachusetts, una ciudad con una gran población latina.
Esta abnegada madre de familia cuenta que los servicios educativos que le ofrecían en Puerto Rico para su hijo no eran los más adecuados para que pudiera salir adelante y esa fue la razón por la que tuvieron que mudarse a Lawrence.
“Cuando me mudé a esta ciudad pensé que todo iba a ser más fácil porque según los estudios Massachusetts tiene los mejores programas para los niños con autismo y eso es cierto, pero para mí fue muy difícil encontrar trabajo en un salón de belleza, ya que primero no conocía a nadie y la condición de mi hijo era mi prioridad. Es aquí donde empiezo a aplazar mis sueños”.
Pero Santa nunca se dio por vencida, siguió apoyando a su hijo y cuando ya estaba más establecido en el sistema escolar comenzó a ofrecer sus servicios de estilista a amigas y a otras personas que necesitaban cortarse o pintarse el cabello. Así empezó de nuevo a tener una cartera de clientes. Muchas personas la reconocían por su trabajo. “Antes de la pandemia, ya tenía una buena cantidad de clientes y tomé la decisión de incursionar otra vez en el mundo de los negocios abriendo ‘Santa Beauty Salon’. Pero vino el COVID-19 y malogró todo desbaratando mis sueños”.
“Como soy una mujer luchadora, y no me gusta quedarme tranquila, empecé un programa para ayudar a las emprendedoras y aproveché el tiempo donde me enseñaron todos los pasos a seguir para montar un negocio a través de zoom. No fue complicado y les puedo decir que me fue de maravilla”.
Ahora ya abrió sus puertas “Santa Beauty Studio” en la 1 Union Street en Lawrence, Massachusetts. “Nuestra visión es ofrecer al cliente calidad, profesionalismo, ambiente seguro y relajado, horario flexible y sin tener que esperar. Ofrecemos todos los servicios de cabello, maquillaje, extensiones de pestañas, microblading, manicura y pedicura todo en un solo lugar. Puede encontrarnos en todas las redes sociales como ‘Santa Beauty Studio’”.
