Una historia aleccionadora

Yohanny Cespedes es una mujer de desafíos, de retos. A la edad de 19 años emigró de su pueblo llamado Vicente Noble de la República Dominicana para buscar lo que todos llaman “el sueño americano”. “Llegué como muchas personas que emigran al país de las oportunidades con “muchos sueños, con ganas de aprender inglés y de ir a la universidad para tener un buen trabajo”.

 

Pero enfrentaba muchos obstáculos. Cuando llegué a los Estados Unidos el 24 de septiembre de 1996 no había terminado la secundaria y estaba embarazada de su primer hijo.

 

Los deseos de salir adelante, de no estancarse, la llevaron a separarse de su hijo con tan solo un mes y 16 días de nacido. “Se lo envié a mi mamá a Santo Domingo para poder estudiar y trabajar. Tomé el GED para terminar mis estudios secundarios y poder ir a la universidad. Era difícil, pero no imposible. Mientras tenía un trabajo de 40 horas o más me iba en las noches a terminar mi Early Childhood education 2006”, cuenta Yohanny.

 

Con todas las ganas de progresar, siguió estudiando los fines de semanas para terninar graduándose de Social Services Bachelor Degrees en el 2010, “en 4 años obtuve dos carreras” relata orgullosa, agradeciendo el apoyo que recibió de sus padres y hermanas. “Me siento una mujer muy afortunada”, dice.

 

“Ahora yo puedo decirle a esas personas que tienen sueños de ir la universidad, de comprar una casa, de tener un negocio que sí se puede, lo único que tenemos que hacer es buscar la información que hay mucha, especialmente en mi comunidad de Lawrence, tenemos de todo, te ayudan con los primeros pasos para arreglar tu crédito y comprar tu casa o poner tu negocio, obtener un trabajo”.

 

Ya con un título en la mano y con ganas de seguir aprendiendo, Yohnny cuenta que en el camino de la vida fue aprendiendo y conociendo muchas cosas diferentes como, por ejemplo, que “no necesitas dinero para comprar una casa, me acuerdo de que salimos del trabajo Diomery Núñez y yo en mayo del 2000, yo con apena 23 años, ella quería comprar una casa y terminé comprando yo en septiembre de ese mismo año, con $250 para la inspección y $250 para la tasación y ya tenía mi casa propia”.

 

En ese proceso, Yudith cuenta que conoció a Yudith Alvarez quien la ayudó a materializar sus sueños de la casa propia. “Me quedé siendo su amiga y con ella me vino la idea de tener un negocio propio, recuerdo que me senté con ella y le pregunté que cómo yo podía abrir un negocio, me preguntó cuánto yo tenía para empezar y yo le dije nada. Yudith me dio la idea de crear una compañía de limpieza y así empecé en el 2004 Quick Cleaning INC. que hoy en día es Cck2 Cleaning Services”.

 

“Mis logros empresariales se deben al trabajo en equipo, con mi esposo trabajamos en conjunto y no nos cansamos de trabajar por nosotros, por nuestras familias y por la empresa, cuando digo trabajar juntos es como conseguir una cuenta, ir a verla juntos, hacer la propuesta juntos y trabajar con el empleado y conocer los dos la cuenta, tanto el como yo sabemos todo de la compañía. La transparencia es la llave del éxito”.